Cada uno de nosotros tiene un trabajo único que cumplir en este mundo. Todos tenemos un alma y una Luz particular que estamos destinados a revelar. Nadie más en el mundo -pasado, presente o futuro- tiene o tendrá la habilidad de hacer lo que el Creador nos ha encomendado hacer. Si todos los gigantes espirituales fueran a descender y trabajar por un millón de años, ni siquiera ellos podrían hacer nunca lo que nosotros podemos -y debemos- hacer.
Hay una historia acerca de la construcción del Templo Sagrado (un importante centro espiritual del mundo) en Jerusalén. De acuerdo con antiguos textos, las piedras más hermosas fueron recolectadas para su edificación.
Durante la construcción, los trabajadores encontraron una piedra tan fea que la separaron y pusieron en un montón de desechos. Cuando el Templo estaba por terminarse, encontraron que faltaba una piedra en una esquina diminuta de la parte más importante del edificio, lo que los kabbalistas llaman el "Santo Santuario" (la cámara sagrada más interna) No sabían qué hacer porque ya no tenían piedras.
Finalmente, un hombre recordó la piedra fea que habían desechado antes, y la recuperó de la basura. No sólo sirvió, ¡sino que encajó a la perfección! El Rey David, incluso, escribe un verso describiendo la escena, "la piedra que los constructores despreciaron se convirtió en la piedra angular".
Una de las tretas más grandes que nuestro lado negativo usa es convencernos de que no somos merecedores. Pensamos que otros están más informados y son más aptos para hacer cosas grandiosas mientras que nosotros estamos de alguna manera limitados en cuanto a las cosas que podemos lograr. Pero como nos enseña esta historia, lo más bajo puede convertirse en lo más alto, porque cada uno de nosotros tiene un don único y sólo nosotros podemos compartirlo con el mundo. Hay cosas que nadie más hace en el mundo y que sólo tú puedes hacer por los demás, por tus cualidades únicas. No necesitas las habilidades de nadie más para alcanzar el propósito importante de tu vida".
Este es un punto esencial. Muchos de nosotros pensamos, "Si tan sólo tuviera este talento, o educación, o dinero, y esto y aquello, entonces podría hacer grandes cosas". Los kabbalistas nos advierten acerca de este pensamiento tan erróneo. Somos exactamente como debemos ser, y nadie puede hacer lo que podemos -y necesitamos- hacer. La Luz nos dio todo lo que necesitamos.
Cada uno de nosotros tiene todas las cualidades para hacer lo que debemos hacer. No necesitamos ser alguien más. Somos exactamente quienes somos por una razón, y tenemos un alma y misión únicas que sólo tú o yo podemos lograr. El énfasis que se haga sobre este punto nunca será suficiente. Hay mucha gente cuyos dones únicos permanecen escondidos. Y si dejan este mundo sin mostrar sus dones, el mundo tendrá para siempre esa carencia, sin importar cuantos gigantes espirituales lleguen a existir.
Esta semana, date cuenta que hay gente cuyas vidas pueden ser influidas, mejoradas y transformadas sólo por ti. Mira hacia adentro y pregúntate, "¿Cuál es mi don singular para dar a este mundo?". Una vez que sabes qué estás buscando, lo encontrarás. Y cuando lo hagas, abrázalo porque nadie más puede revelar la Luz única que tú debes revelar.Debo dar gracias a dios que me dio el don de crear, innovar crecer a pesar de la adversidad ,del robo ,el engaño, el timo,la enfermedad
y en ese momento de mas adversidad aprendi mas que en todos los años anteriores.
del mismo modo aprendi a olvidar todo lo que me lastima y dejar de lado a todo aquello u aquel que no sabe respetar.